El ejercicio siempre ha demostrado tener un efecto positivo para nuestra salud física, ayudando a mantener un cuerpo en buena forma. Sin embargo, la actividad física también sirve de forma muy eficiente para enfrentar casos de depresión, ansiedad, y otros trastornos que afectan la salud mental.
En muchas ocasiones pensamos que el ejercicio se trata de tener una mejor agilidad e incrementar el tamaño de los músculos, lo cual es un grave error. Obviamente que ayudará a mejorar nuestro estado físico, servirá para perder varias tallas de cintura, y tener una vida más longeva. Pero no debe ser lo único que mantiene motivado a las personas a mantener una vida activa.
A los que practican algún deporte o realizan ejercicios con regularidad, esto les brinda:
- Un gran sentimiento de tranquilidad
- Más energía en el día a día
- Mayor tranquilidad al dormir por la noche
- Recuerdos más nítidos
- Se sienten más relajados y positivos
No son los únicos atractivos de la actividad física, también se le considera una ‘medicina’ increíble para muchos problemas comunes de salud mental. Ejercitarse de forma regular puede tener grandes impactos profundamente positivos en la depresión, la ansiedad y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Incluso para tener estos beneficios no es necesario pasar todo el tiempo en un gimnasio, la investigación científica muestra, cada vez más, que cantidades e intensidades moderadas de ejercicio pueden hacer una gran diferencia. Todos estos beneficios para la salud mental de las personas, hace que el deporte sea una actividad necesaria y beneficiosa a cualquier edad. A continuación mencionaremos los principales puntos a tener en cuenta:

Libera las hormonas de la felicidad
Las endorfinas que emite nuestro cerebro durante y después de realizar actividad física nos inducen a un estado de catarsis, con mayor felicidad y bienestar a nivel emocional. Es muy recomendado por varios especialistas en casos de depresión o ansiedad, ya que ayuda a reducir los síntomas de tristeza, genera la sensación de relajación e impacta positivamente en la calidad de vida de la persona.
No importa realmente si corres, nadas o practicas cualquier deporte. Lo importante es evitar el sedentarismo que puede degenerar en enfermedades coronarias o neurovasculares. Sin embargo, para notar estos poderosos beneficios del ejercicio, es necesario tener cierta constancia y practicarlo de forma regular a la semana.
Realizar cualquier actividad física es un modo saludable y efectivo de despejar tu mente después del trabajo. Además, practicando deporte también podemos incrementar la producción de noradrenalina, cuyas funciones abarcan la moderación de la respuesta de nuestro cerebro ante situaciones de alto estrés. Es por ello que la respuesta a varios problemas quedaría equilibrada por las sensaciones de tranquilidad y bienestar.
Facilita la interacción con otras personas
Realizar cualquier ejercicio acompañado funciona como incentivo para estar motivados mutuamente. Es un momento y lugar en el que podrás compartir con amigos, lo cual te ayudará a mantener esta buena práctica para tu salud.
En caso de que sea el gimnasio tu escenario favorito para el deporte, son numerosas las actividades sociales que se realizan en estos centros para los usuarios, que van desde una simple conservación para compartir experiencias hasta realizar rutinas conjuntas. Asimismo, los ejercicios guiados que se ofrecen en la mayoría de ellos también dan una buena oportunidad de conocer gente nueva con intereses parecidos en lo que a salud se refiere.
Un incremento en el estado emocional y la autoestima da pie a una mejor gestión de las relaciones sociales. Cuando nos sentimos bien, proyectamos esta sensación de admiración a los que están alrededor de nosotros y somos capaces de entablar e involucrarnos más socialmente.
Nos permite tener una vejez plena
La edad es un factor decisivo en los casos que muestran un deterioro cognitivo, así como para el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. La ciencia ha demostrado innumerables veces que la actividad física, especialmente si se realiza en la juventud y adultez, consigue aumentar las sustancias químicas del cerebro que evitan la degeneración de las neuronas del hipocampo, área afectada en las demencias.
Los ejercicios aeróbicos, como pasear, nadar o pedalear de forma regular y constante, son deportes más asociados a un mejor funcionamiento mental. En el caso concreto del Alzheimer, se puede prevenir o retrasar su aparición con el ejercicio físico, que también ayudará a evitar su progresión. El resultado es tener una mayor salud física, mental y cognitiva, especialmente importantes para las personas que presentan padecimientos crónicos.
Otros estudios también concluyen que la práctica de ejercicio regular aumenta la esperanza de vida y disminuye el padecimiento de enfermedades propias de esta etapa de la vida dado el efecto protector cardiovascular.
El deporte estimula de gran forma la zona del hipocampo, cuyas funciones principales son la memoria y el aprendizaje. En este sentido, tendremos una mejor retención de información, contaremos con una mayor facilidad para el aprendizaje de vocabulario nuevo o incluso de un idioma nuevo, todo esto beneficiado por la práctica de una vida menos sedentaria.
Ayuda a controlar las adicciones y el insomnio
El insomnio es el trastorno del sueño más extendido en nuestra sociedad, debido al tipo de vida, cada vez más personas presentan problemas para poder dormir de forma placentera y prolongada. El deporte, al combatir el estrés y aliviar la ansiedad, permite conciliar el sueño fácilmente.
El sueño es necesario para el ser humano, equivale casi a una tercera parte de nuestra vida. Cuando dormimos, el organismo realiza una serie de cambios fisiológicos realmente importantes para recuperarnos de la actividad diaria.
Diversos estudios han demostrado que la somnolencia durante el día es mucho menor en personas físicamente activas. Si tienes problemas para dormir, practicar actividad física continuamente te permite disfrutar de un sueño de mejor calidad que te ayudará a estar más despejado durante el día.
Incluso, para las personas adictas al tabaco o al alcohol, el ejercicio físico es un aliado excepcional para aprender a controlar sus adicciones. debido a que nuestro cerebro libera los mismos neurotransmisores que cuando tomamos esas sustancias. Nuestro cerebro libera dopamina (el neurotransmisor de la recompensa). Practicar ejercicio puede ayudar además a reiniciar nuestro reloj biológico cuya función se ve afectada por este tipo de hábitos negativos para el cuerpo y nocivos para nuestra salud física y mental.
Aumenta nuestras capacidades productivas
Poner en forma nuestro cuerpo es sinónimo de tener un cerebro saludable. Algunas investigaciones afirman que un entrenamiento constante aumenta los niveles de la proteína BDNF (BrainDerivedNeurotrophic Factor) segregada en el cerebro, la cual influye positivamente en la toma de decisiones, en el pensamiento y el aprendizaje.
Un cuerpo sano favorece una mente sana y un mejor estado mental implica un mayor rendimiento, lo cual se traduce en más productividad. Con la energía renovada, el ejercicio aumenta los niveles de energía vital, lo cual influye directamente en la eficiencia con que realizamos las labores en el día a día, ya sea en el trabajo, los estudios o las tareas cotidianas.
Todos los deportes requieren de cierto grado de concentración, en algunos es fundamental. En deportes individuales como: el ajedrez, el tenis o la gimnasia, nuestro cerebro es casi tan importante como el cuerpo. Estar concentrado en todo momento, marca la diferencia entre hacer algo bien o mal.
Para deportes de equipo, debes centrar tu atención en los diferentes ejercicios antes y durante cada encuentro, de este modo aumentará la capacidad de concentración. Incluso esta característica es fundamental en el desarrollo infantil, por lo que siempre se aconseja la práctica de algún deporte durante esta etapa.
Conclusión
Queda claro que el ejercicio es la mejor forma para combatir estados de ansiedad agudos o crónicos, es siempre recomendable practicar deportes con los cuales se cuida el cuerpo y la mente, ofreciendo recursos como un mejor manejo de la respiración, aprender a controlar las reacciones ante las adversidades y estar más alerta en la vida cotidiana.
Los deportes nos ayudan a reforzar nuestros valores y nuestra conducta con base en las elecciones que tomemos y la actitud adecuada con nuestros seres cercanos. Nos ayudará a interactuar mejor con los demás, esto implica acatar ciertas normas de convivencia que nos facilitará nuestra vida diaria.